En el mes de diciembre de 2015, la Iniciativa convocó al Seminario “Gestión del Agua desde el Territorio: Experiencias de cuatro cuencas de Chile”, tanto para compartir su proceso de diálogo como para mostrar la experiencia de cuatro cuencas (Copiapó, Aconcagua, Cachapoal y Biobío), que han avanzado en el diálogo entre actores y la búsqueda de soluciones que han aplicado en conjunto de manera voluntaria, puesto que el marco legal actual no contempla una gestión integrada de los recursos hídricos.
La severa estrechez hídrica y la creciente conflictividad socio ambiental que se han hecho sentir con particular intensidad sobre una amplia porción del territorio nacional en los últimos años han llevado a los usuarios del agua a sumar fuerzas para hacer frente a la falta de agua.
En el norte, el agotamiento del Rio Copiapó llevó a que las aguas subterráneas se convirtieran en la principal fuente de abastecimiento. La Comunidad de Aguas Subterráneas de Copiapó abrió la jornada contando su experiencia en el desarrollo de un sistema de monitoreo e información único en Chile, que busca maximizar la eficiencia en el uso de un recurso frágil. El sistema registra todas las extracciones de agua, para uso en agricultura, minería y consumo humano, reconociendo que las acciones de un usuario impactan en todos los demás. Participaron como comentaristas de este caso Carlos Araya Á., Administrador de CASUB; Humberto Espejo, Comisión de Recursos Hídricos del Consejo Minero y Diego Barros, de Aguas Chañar y la presentación y moderación de la misma estuvo a cargo de Rodrigo Fuster, del Depto. Cs. Amb. y Rec. Nat. Renov. U. de Chile.
El segundo caso, la Cuenca del Aconcagua -un exponente claro de la competencia por el agua entre diferentes usos- cuya situación se vio agravada por la severa presión de la sequía que afectó a la zona en los últimos años, que en el 2015 por momentos puso en riesgo el abastecimiento de los centros urbanos al final de la cuenca. En este caso, la presentación estuvo encomendada a Sergio Scott, del Laboratorio de Limnología de la U. de Chile, y la comentaron Javier Crasemann, Junta Vig. Río Aconcagua 1° Sección y Miguel Silva, Subdirector DGA. Mientras que Francisca Rivero, Fundación AVINA, fue la encargada de moderar el debate.
En la zona central, la experiencia de la Cuenca de Cachapoal llama la atención porque en la junta de vigilancia participan además de los regantes, Codelco y generadoras como Pacific Hydro y ENDESA. En este caso, los usuarios han trabajado coordinada y colaborativamente para lograr un adecuado ejercicio de sus Derechos de Aprovechamiento de Aguas a través del diálogo en temas como horarios, sustentabilidad del recurso, puntos de extracción o devolución, entre otros. En este caso, la moderación fue responsabilidad de Ricardo Bosshard, WWF, y la presentación del “caso” estuvo a cargo de Patricio Correa, Pacific Hydro, mientras que comentaron: Graciela Correa, Federación de Juntas de la Sexta Región, y Maria Pia Hevia, Fundación AVINA.
Más al sur, la experiencia del Biobío, que constituye una experiencia señera pues el río cuenta con un sistema único de monitoreo de calidad del agua, coordinado por el Centro EULA de la Universidad de Concepción, y donde también operan importantes generadoras hidráulicas como Ralco, Pangue y la reciente central Angostura. Paradojalmente, y pese a su importancia, no existe actualmente una junta de vigilancia que agrupe a los diversos usuarios, así como tampoco la hay en el Río Laja, parte de la Cuenca del Biobío y uno de sus principales afluentes. En este último, el Rio Laja, además provee de otros servicios ambientales, como las actividades turísticas y recreacionales en torno al salto del mismo nombre. La presentación introductoria fue desarrollada por José Luis Arumí, Decano de la Fac. de Ing. Agr. U. de Concepción, y la comentaron Bernardo Reyes, Fundación Ética en los Bosques y Sebastián Vicuña, Centro de Cambio Global PUC. Mientras que Claudio Seebach, de las Generadoras de Chile A.G., fue el encargado de moderar el dialogo.
En cada uno de los casos presentados, y en el posterior debate entre los comentaristas y el público asistente, permitió relevar la importancia de adoptar una mirada más amplia, tanto respecto de la multiplicidad de actores de una cuenca, como de las iniciativas que deben desarrollarse para ayudar a garantizar una gestión del agua de forma sostenible como un recurso compartido y que provee de servicios transversalmente a una serie de actores y usos.